
La crisis política, económica y social que se vive en Venezuela actualmente, ha tocado profundamente a un estrato de la sociedad que venía superando el sistema latifundista: el campesinado, clase social dedicada a desarrollar la producción agrícola y pecuaria del país, que tras este logro continuó con el proceso de la Reforma Agraria como fórmula justa y democrática para el alcance definitivo de algunos beneficios como la tenencia, propiedad y explotación de la tierra, lo cual constituyó para las familias campesinas estabilidad, progreso, bienestar económico y social, que les garantizaba libertad política y dignidad humana.
Pero hoy el campesino está arrecho. Con los gobiernos democráticos en Venezuela se desarrollaron programas y políticas que ayudaron a mejorar el nivel social, cultural, sanitario y técnico del campesinado para su desarrollo; sin embargo, con la llegada del nuevo sistema político de gobierno revolucionario, socialista, comunista, dictatorial, enquistado en el poder desde hace 20 años, todos estos logros que permitió alcanzar la Reforma Agraria fueron destruidos; literalmente acabaron con el aparato productivo del campo venezolano.
El campesino está arrecho por no poder elevar el desarrollo de sus unidades de producción como anteriormente lo hacía; pues, ya no cuenta con el apoyo gubernamental en materia de políticas crediticias, los sistemas de riego están deteriorados, la vialidad en total abandono, la vivienda en paupérrimas condiciones de habitabilidad, los servicios públicos en pésimas condiciones y para completar el panorama, la escasez del combustible que empeora la situación al limitar la movilización de sus vehículos y maquinaria agrícola.
El campesino está arrecho porque lo poco que produce no cubre la inversión hecha y cuándo sale a los mercados para la comercialización de su cosecha, es extorsionado por funcionarios de los cuerpos de seguridad quienes piden “colaboración” en moneda extranjera para dejarlo circular con sus productos, lo cual hace que se le dificulte seguir produciendo la comida que va a la mesa de las familias que habitan en las grandes ciudades del país.
El campesino está arrecho. Por ello reclama una mejor atención, que se le dé el lugar que merece como parte del sector primario dentro de la economía venezolana. El campesino está arrecho y apuesta al cambio, a ese cambio que le permita recuperar los espacios ganados con lucha y trabajo para reconstruir la Venezuela que todos queremos, libre y de los venezolanos, donde haya Pan, Tierra y Trabajo.
Publicado el 14 de julio de 2020 https://movimientoagrarionacionalad.blogspot.com/2020/07/el-campesino-esta-arrecho.html
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